En 1914, un disparo de pistola en Sarajevo prendía la mecha de una guerra en Europa que causaría millones de muertos. Y en 1917, dos revoluciones en Rusia deponían al zar y establecían el primer estado revolucionario obrero del mundo.
Con la política, la ciencia y el arte inmersos en una época de confusión, en principio puede parecer difícil defender que el cine durante este periodo de quince años merece alguna atención, pero así es. Este fue un tiempo de cambios de largo alcance en el que el cine occidental pasó de ser una simple novedad impactante a convertirse en una experiencia más absorbente desde el punto de vista psicológico. Hasta la década de 1970 no se revertiría la situación en el cine comercial, volviendo a buscarse el estremecimiento y el impacto visual por encima de todo.
En 1903 aún no se había filmado una sola película en las entonces tranquilas colinas de Hollywood. La luz no había sido utilizada todavía de forma expresiva en las películas y no había aún estrellas de la pantalla.
El montaje, los primeros planos y el travelling, técnicas que habían sido descubiertas en los primeros años del cine, aún no había sido explotadas consciente y sistemáticamente, y los primeros grandes directores que desarrollarían meticulosamente el nuevo medio de expresión estaban por aparecer.
Sin embargo, en torno a 1918, el cine tenía ya a sus primeros artistas: Yakov Protazanov y Yevgeny Bauer en Rusia, Victor Sjöström y Mauritz Stiller en Suecia, y David Wark Griffith y Charles Chaplin en Estados Unidos.
En este periodo de tiempo comienza la carrera cinematográfica de estos hombres, a la vez que se produce la emergencia de Hollywood, el star system, los largometrajes y el cine descubría el poder de contar historias.
Por su parte, Japón tenía la cultura cinematográfica más desarrollada de Oriente. Sin embargo, no seguiría el mismo camino que en Occidente, y las implicaciones de este hecho para el arte del cine serían profundas.
El montaje, los primeros planos y el travelling, técnicas que habían sido descubiertas en los primeros años del cine, aún no había sido explotadas consciente y sistemáticamente, y los primeros grandes directores que desarrollarían meticulosamente el nuevo medio de expresión estaban por aparecer.
Sin embargo, en torno a 1918, el cine tenía ya a sus primeros artistas: Yakov Protazanov y Yevgeny Bauer en Rusia, Victor Sjöström y Mauritz Stiller en Suecia, y David Wark Griffith y Charles Chaplin en Estados Unidos.
En este periodo de tiempo comienza la carrera cinematográfica de estos hombres, a la vez que se produce la emergencia de Hollywood, el star system, los largometrajes y el cine descubría el poder de contar historias.
Por su parte, Japón tenía la cultura cinematográfica más desarrollada de Oriente. Sin embargo, no seguiría el mismo camino que en Occidente, y las implicaciones de este hecho para el arte del cine serían profundas.
El público estaba empezando a cansarse de los trucos fugaces de las primeras películas y era necesario descubrir nuevas atracciones. Para responder a esta exigencia, la Exposición celebrada en la ciudad de San Luis en 1903 presentaba los Hale Tours, que incluían secuencias de travelling filmadas desde la parte delantera de un tren, que eran proyectadas dentro de un falso vagón de tren, que era manipulada y agitado para que pareciese un tren de verdad.
Los directores de cine comenzaron a preocuparse por cuales trucos funcionaban con el público y cuáles no, como la técnica de hacer que los actores se quedasen mirando fuera de la pantalla y después cortar el metraje para introducir una escena rodada en otro lugar y situación, queriendo representar de esta forma lo que los personajes estaban pensando. Sin embargo, el público no llegó a entender esto y se dejó de utilizar.
Por el contrario, se descubrió que las secuencias de persecución tenían un poder magnético sobre el público, ya que contenían mucho movimiento y acción.
También los cineastas aprendieron a representar visualmente expresiones y enlaces temporales como “erase una vez”, “entonces ocurrió que…” y “mientras tanto”, de forma que el público lo entendiese perfectamente.
¿Cómo evolucionaron estas técnicas de suspense y anticipación?
El principio de la respuesta a esta pregunta puede encontrarse en 1903, en el trabajo de un dinámico y emprendedor director procedente del estado norteamericano de Pennsylvania, llamado Edwin Stanton Porter.
Pero esto ya es parte de nuestro próximo capítulo de la historia del cine.
Los directores de cine comenzaron a preocuparse por cuales trucos funcionaban con el público y cuáles no, como la técnica de hacer que los actores se quedasen mirando fuera de la pantalla y después cortar el metraje para introducir una escena rodada en otro lugar y situación, queriendo representar de esta forma lo que los personajes estaban pensando. Sin embargo, el público no llegó a entender esto y se dejó de utilizar.
Por el contrario, se descubrió que las secuencias de persecución tenían un poder magnético sobre el público, ya que contenían mucho movimiento y acción.
También los cineastas aprendieron a representar visualmente expresiones y enlaces temporales como “erase una vez”, “entonces ocurrió que…” y “mientras tanto”, de forma que el público lo entendiese perfectamente.
¿Cómo evolucionaron estas técnicas de suspense y anticipación?
El principio de la respuesta a esta pregunta puede encontrarse en 1903, en el trabajo de un dinámico y emprendedor director procedente del estado norteamericano de Pennsylvania, llamado Edwin Stanton Porter.
Pero esto ya es parte de nuestro próximo capítulo de la historia del cine.
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