Al mismo tiempo que Robert William Paul, George Albert Smith y otros cineastas como Cecil Hepworth y James A. Williamson estaban ampliando los límites creativos del cine en Inglaterra, sus equivalentes en Francia eran Georges Melies y la comúnmente ignorada Alice Guy-Blaché, que llegó a dirigir unos 700 cortos y fundó uno de los primeros estudios de rodaje, Solax, en Nueva York, donde se trasladó en el año 1907. Guy-Blaché empezó como secretaria de Leon Gaumont y dirigió la que quizás es la primera película con guión escrito de la historia, “La hada del repollo”, una fantasía cómica sobre bebés nacidos en un huerto de repollos.
Guy-Blaché experimentó con el sonido, los efectos visuales e incluso utilizó la pintura a mano sobre los fotogramas. Sus películas abarcan todos los géneros, desde la comedia y el suspense hasta los relatos bíblicos y las películas del oeste. Es una de las grandes pioneras olvidadas del cine.
Guy-Blaché experimentó con el sonido, los efectos visuales e incluso utilizó la pintura a mano sobre los fotogramas. Sus películas abarcan todos los géneros, desde la comedia y el suspense hasta los relatos bíblicos y las películas del oeste. Es una de las grandes pioneras olvidadas del cine.
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