jueves, 30 de diciembre de 2010

The History of Indian Film Music


El sello discográfico Saregama ha editado una caja con 10 CDs, que resume la historia de la música para películas en la India, una extraordinaria enciclopedia sonora que recorre sucesivas generaciones de músicos entregados a una extravagante y pantagruélica creatividad e inventiva.
En los primeros tiempos del cine indio, los músicos se colocaban a veces en las ramas de los árboles para no ser vistos por la cámara. Cuando los actores que estaban al pie del árbol comenzaban a cantar, los intérpretes les acompañaban con la tabla y el harmonio. Progresivamente, la tecnología fue avanzando y los actores movían sus labios delante de la cámara, añadiéndose posteriormente las voces por parte de cantantes profesionales, grabados en el estudio frente a una orquesta que podía llegar a estar compuesto por 150 músicos. Nacía así el playback, que haría estrellas inmensamente populares de la canción a vocalistas como Lata Mangeskhar y Asha Bhosle.
Esta pesada caja de 10 CDs y un libro de 130 páginas es un excelente recorrido por la historia de las canciones cinematográficas de la India desde 1930 hasta el presente. Es también quizás el primer intento para realizar un estudio exhaustivo de este ingente material, estando dirigido fundamentalmente al público indio, familiarizado con los éxitos de compositores como RD Burman, el dúo Laxmikant-Pyarelal y AR Rhaman, con los que han crecido.

Los discos de esta caja están organizados por décadas, dos para cada una de las décadas doradas de los 50, 60 y 70, mientras que las décadas siguientes, cuyo valor musical es más dudoso, sólo se merecen un disco cada una.
En los años 50, las multicolores películas de la India comenzaban a rodar a toda máquina, y algunos de los cortes musicales pertenecientes a esta década son difíciles de batir en cuanto a inventiva y brillantez. Si tomamos, por ejemplo, el tema “Bholi Surat Dil Ke Khote”, un dueto entre Lata Mangeshkar y Chitalkar grabado en 1951, el repiqueteo de los tambores y la chispa de las flautas son barridos por una sección de cuerda, salpicada con una figura de trompeta. Y esto sólo en la introducción, antes de que los tambores comiencen a pavonearse, marcando un paso de vals, y Lata eleve su esplendorosa voz.


RD Burman compuso la música de siete películas de éxito solamente en 1972. Los compositores, actores, cantantes y directores de cine competían, se enfadaban, criticaban y robaban el trabajo unos de otros. La extravagancia, avaricia y pompa de Bollywood se encuentran en su apogeo y se podía encontrar a una docena de los mejores compositores musicales de la India cómodamente sentados en sus salas de estar, completando las canciones de otros, pero respetando siempre su estilo.

Sin embargo, el material más impactante es el contenido en el primer disco, dedicado a las décadas de los 30 y 40, cuando los actores cantaban sus propias canciones. KL Saigal era un actor masculino autodidacta y cargado de alcohol, con una voz seria y muy grave. Ashok Kumar comenzó como asistente de laboratorio, pero saltó a la pantalla cuando el actor protagonista de una de las películas se puso enfermo, iniciando así una carrera como actor y cantante que duraría cincuenta años.
Por su parte, Pankaj Mullick fue uno de los compositores teatrales bengalíes que introdujeron instrumentos occidentales como el violín, el violonchelo, el piano y las mandolinas en sus bandas sonoras. Su composición “Piya Milan Ko Jana”, de 1931, provoca un efecto inquietante al rebotar las líneas de clarinete y sitar alrededor de un conjunto musical basado en el piano, un extraño sonido para un mundo incipiente.

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