domingo, 27 de septiembre de 2009

La Civilización Olmeca (I)

La civilización olmeca surgió y se desarrolló dentro de los límites de un área geográfica de aproximadamente 18.000 kilómetros cuadrados, en los actuales estados mexicanos de Veracruz y Tabasco, enmarcada por el Golfo de México y la estribaciones de la Sierra Madre Oriental. Es una tierra caliente y húmeda, llana y baja, que no supera los 100 metros de altitud sobre el nivel del mar.

El agua es una constante en la región olmeca, y no solamente en forma de pantanos, ciénagas o múltiples ríos, sino también en forma de unas elevadas precipitaciones, por encima de los 3.000 mm anuales, y que causa periódicos desbordamientos de los ríos y las consiguientes inundaciones.
Los logros culturales de los habitantes del país del hule, que eso quiere decir la palabra olmeca, anticipan ya plenamente lo que más tarde se considerarán rasgos característicos de las grandes civilizaciones de América Central antes de la llegada de los españoles: escultura monumental, trabajo del jade, arquitectura cívica y ceremonial, diferenciación social entre una élite con sacerdotes profesionales y un sustrato campesino que los sustenta, desarrollo del calendario, monumentos fechados, etcétera.

Los olmecas fueron el primer pueblo de América Central capaz de producir una élite social y cultural, que se concentraba en asentamientos monumentales y ceremoniales, realizados mediante la construcción de grandes pirámides y plataformas de tierra.
Esta clase dirigente y los centros donde residían eran mantenidos por una gran masa campesina, que vivía dispersa en aldeas y poblados, dedicada fundamentalmente a tares de carácter agrícola.

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